Tout est bien qui finit bien

El viernes por la tarde, en el Collège François Mitterrand nos espera una merienda de despedida.
Alumnos de los dos colegios, chicos y chicas franceses, sus familias, profesores, todos juntos pasamos un buen momento antes de de coger el bus de regreso a Valencia.

 Mme Degroise nos dedica unas palabras y nos ofrece un cuadro de Arras para nuestro centro y productos de la localidad. Merci infiniment pour votre accueil et gentillesse.

Quiero agradecer desde aquí a los dos colegios por su recibimiento y  su disposición. A las familias que recibieron a nuestros alumnos, gracias por hacer el esfuerzo de entendernos y cuidarnos.
Y especialmente a Alejandro, que está en el origen de este proyecto y a Mathilde que se unió a él. Gracias por vuestro buen hacer y simpatía.  Hasta pronto.

Durante este periodo de tiempo que he estado fuera de España he descubierto la cultura y costumbres de otro país, Francia. Todo esto ha sido posible gracias a el Instituto Serpis y los collèges François Mitterrand y Marie Curie y sobre todo a mi correspondant y su familia.

Jesús Alonso

Y después de este momento de convivencia, tuvimos que despedirnos y decirnos adiós: Hubo lágrimas y muestras de afecto.

Tras la despedida, comenzamos nuestro trayecto, largo, cierto, pero valió la pena, traemos las maletas más llenas de lo que las llevamos: ciudades nuevas, palabras, historias, historia con mayúscula, comidas y sobre todo, nuevos amigos y un montón de afectos y emociones.

Nuestros conductores, Pedro y José, nos llevaron a todos los lugares. 

Durmiendo? No todos

Esteban y Sergio en la ventanilla del avión. JAJaa

Como si no lleváramos 15 horas de viaje.

Poneos el cinturón  y no os levantéis!!